El asado es mucho más que una simple forma de cocinar carne a la parrilla; es un pilar de la cultura gastronómica de varios países, especialmente en Argentina, donde se ha convertido en un ritual social y familiar.
Encender el fuego, preparar las brasas y disfrutar de cortes de carne seleccionados es una tradición que se comparte los fines de semana y en diversas celebraciones.
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El asado no solo destaca por el sabor único que la cocción a las brasas le otorga a la carne, sino también por el sentido de comunidad que genera alrededor de la parrilla.
El truco para limpiar la parrilla que se hizo viral
En los últimos meses, un video de TikTok se volvió viral al mostrar un sencillo y efectivo truco para limpiar la parrilla utilizando un elemento común en la cocina: la cebolla. Este método ha capturado la atención de miles de usuarios por su practicidad y por no requerir productos químicos agresivos. La limpieza de la parrilla es un paso fundamental después de un asado, ya que los restos de grasa, carne y carbón, si no se eliminan correctamente, pueden afectar tanto el sabor como el funcionamiento de la parrilla.
El truco consiste en cortar una cebolla por la mitad y, con la parrilla bien caliente, frotarla sobre los fierros. La combinación del calor y las propiedades antibacteriales de la cebolla facilita la eliminación de los residuos pegados. Este método ha sido destacado por varios usuarios, como @laparradedios, quien explicó en su cuenta: “No hace falta un cepillo parrillero para limpiar bien la parrilla.
La mejor forma es precalentando los fierros y frotando una cebolla cortada a la mitad”. Además de ser efectivo, este truco es una alternativa natural para mantener la parrilla limpia sin recurrir a productos industriales.
Limpiar la parrilla después de cada uso es crucial, pero hay ciertos consejos que se pueden seguir para minimizar la acumulación de grasa y residuos durante el proceso de cocción. De esta manera, no solo se facilita la limpieza posterior, sino que también se garantiza que los alimentos se cocinen en condiciones más higiénicas.
Engrasar previamente la parrilla: antes de colocar la carne, es recomendable pasar un poco de aceite en los fierros con la ayuda de un trapo o una brocha de cocina. Esto crea una capa que evita que los alimentos se peguen demasiado.
Retirar el exceso de grasa de la carne: aunque la grasa es esencial para darle sabor al asado, eliminar el exceso ayuda a que no se produzcan grandes cantidades de humo ni gotee tanto sobre las brasas, lo que ensucia más la parrilla.
Evitar las llamas directas: las llamas que suben desde las brasas pueden quemar la carne y dejar restos difíciles de limpiar en los fierros. Es importante mantener una temperatura constante con buenas brasas y controlar el fuego para que no sea excesivo.
Cocinar en papel aluminio: si bien no es una técnica tradicional, envolver algunos cortes en papel aluminio puede ayudar a que la parrilla se mantenga más limpia, ya que reduce la cantidad de residuos que caen sobre los fierros.
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