La muerte de la actriz argentina María Socas ha generado una ola de interés por parte de sus seguidores y del público en general, quienes han comenzado a indagar sobre la vida de sus hijos, Sasha y Wanda, fruto de su relación con Rubén Brenner, considerado el gran amor de su vida.
La partida de Socas, ocurrida el pasado 10 de diciembre a los 65 años, dejó un vacío profundo en el ámbito artístico, donde era ampliamente reconocida por su destacada trayectoria en cine, teatro y televisión. Además, su legado como madre ha despertado la curiosidad de quienes desean conocer más sobre su faceta personal.
María Socas falleció tras una valiente lucha contra un cáncer terminal, enfermedad que la mantuvo internada en el Instituto Fleming, ubicado en Buenos Aires, durante sus últimos días.
¿Quién es Sasha y Wanda, hijos de María Socas y Rubén Brenner?
María Socas, reconocida actriz argentina, siempre prefirió mantener su vida privada lejos de los reflectores. Sin embargo, en una entrevista realizada en 2017, abrió una pequeña ventana a su intimidad al hablar sobre sus hijos, Sasha y Wanda, a quienes describió como “el mejor regalo” que la vida le ha dado.
Aunque los detalles sobre ellos son escasos, la actriz destacó rasgos únicos de cada uno, resaltando cómo ambos han heredado aspectos importantes de su personalidad. “Sasha es investigador, más aún que yo. Y Wanda es parecida a mí en lo que es conversar mucho con sus amigos y amigas”, expresó con orgullo.
Sasha, fiel a ese carácter reservado, ha elegido mantenerse lejos del ojo público. Sus redes sociales permanecen en modo privado, reforzando su decisión de vivir una vida alejada del ruido mediático que acompaña la fama.
Por el contrario, su hermana Wanda ha adoptado un enfoque diferente, compartiendo con frecuencia fotografías y experiencias en las redes sociales. En su perfil, se puede apreciar su amor por los viajes, la fotografía y, aparentemente, un interés por seguir los pasos de su madre en el mundo de la actuación.
Un detalle curioso que Wanda compartió en una fotografía junto a su hermano refleja el estrecho vínculo que los une. Recordó cómo, de pequeña, creía que ambos eran mellizos y que al crecer tendrían la misma edad.
Esta anécdota, llena de inocencia y cariño, es solo una muestra de la relación especial que comparten, marcada por el afecto y los recuerdos compartidos a lo largo de los años.
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